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  • Foto del escritorEllas a través del cinematógrafo

FLEABAG y cómo los personajes imperfectos se ganan nuestro corazón



Phoebe Waller-Bridge es una actriz, productora y guionista inglesa. Recuerden este nombre porque en la industria audiovisual se ha convertido en un sinónimo de éxito, con más de 32 nominaciones en distintos premios internacionales entre ellos los Emmy, esta mujer se ha convertido en un referente para la creación de personajes y narrativas complejas con mujeres como protagonistas, tal vez le suenen conocidos los nombres de Killing Eve (2018), Crashing (2016) pero en esta ocasión vamos a hablar de la icónica Fleabag (2016) la cual antes de comenzar su transmisión en la plataforma de streaming Prime Video en el 2016 empezó siendo un monólogo en los teatros de Londres por allá del lejano 2013.

Esta es la historia de Flea, una mujer que está pasando por un duelo tras la muerte de su mejor amiga Boo, nos enseña su supervivencia con una familia disfuncional, y vemos que vive en un constante desconecte mental que la hace romper la cuarta pared y hablar con nosotros. Incómoda, espontánea e irreverente, vemos que está en una lucha constante de encontrar su lugar en el mundo, que busca descubrirse como mujer, que está sanando y sobre todo que se encuentra viviendo con una culpa que la carcome, que está detrás de cada mirada a la cámara, pidiendo ayuda o tal vez perdón.


Con dos temporadas y múltiples nominaciones y premios como los BAFTA, los Emmy y los Golden Globes la serie se ha posicionado como un referente entre los internautas y críticos, pero ¿por qué?, ¿qué hace a esta serie una propuesta tanto novedosa como inolvidable? Se ha discutido de ella en distintas plataformas, en Twitter solo basta poner su nombre para ver que las personas están hablando de ella, ¿será el innegable carisma de su creadora y protagonista Phoebe Waller- Bridge? O tal vez se deba a la capacidad de observar la miseria humana y reírse de ella.


Para esta reseña, queremos tocar tres pilares fundamentales de toda la serie: el personaje principal, las relaciones que tiene con las distintas mujeres de su entorno y la mirada feminista que nos brinda e invita a la reflexión, ya que son estos tres ejes los que sostienen a la serie, es la forma en que cada uno es desarrollado con una mirada real y sobre todo humana.


Existe un factor predominante en toda la serie y es la “depresión sonriente” del personaje principal Flea, ya que aunque al principio podría parecer una mujer que solo es irreverente porque sí, que lanza chistes incómodos en el peor momento porque así es- incluso en algún momento la llegamos a juzgar-, conforme la trama avanza nos damos cuenta de que es una mujer viviendo un duelo después de que su mejor amiga Boo muere, alguien que está soportando la culpa y las consecuencias de sus decisiones en el pasado y esto no podría volver al personaje más humano. Los chistes irreverentes e incómodos se convirtieron en su forma de sobrevivir, tal vez reírse de sí misma era su forma de mostrar su vulnerabilidad.


Antes de mujeres, antes de feministas somos humanas “todas nos equivocamos” uno de los mensajes de la serie. Ver los seis capítulos llega a ser tanto triste como esperanzador, triste porque las emociones de Flea llegan a ser tan humanas y genuinas que es imposible no sentirlas con ella, pero por el otro sentimos alivio al ver un personaje femenino cometiendo errores, teniendo reacciones reales con las que podemos empatizar porque todas hemos estado en este pozo sin fondo, porque sí, en algún momento la llegamos a juzgar, pero la serie no tarda en hacernos reaccionar y preguntarnos ¿hasta qué punto podemos ser los verdugos de las equivocaciones que otras cometen?



Este personaje se gana los corazones de las espectadoras, porque no les dice “ey, mira me equivoqué, aprendí y no me volveré a equivocar así que tú tampoco puedes fallar de nuevo” lo hermoso de esta serie es que rompe con la narrativa “ideal” a la que estamos acostumbradas y nos da a una mujer real y compleja, que no te tiene que agradar porque muchas veces ni ella lo hace, es un personaje al que llegas a juzgar pero no importa porque ella también lo está haciendo y mil veces peor que tú.


Es aquí donde la narrativa a través de los personajes y la comedia que maneja cada uno nos cuestiona y nos invita a reflexionar, lo vemos con Flea quien no actúa bajo ninguna regla y deja que cada espectador tenga la oportunidad de abrir el diálogo consigo mismo y vea qué falló y qué está cuestionando a la hora de lanzar los chistes irreverentes.


Flea es carismática, pero no perfecta, conocemos su error, reconocemos que hizo “lo imperdonable” y aún así para el final ya la queremos, ya la sentimos cercana porque todas hemos estado en ese límite de acciones imperdonables, todas hemos hecho, dicho o pensado “lo imperdonable” y aún así somos capaces de identificar nuestra errata y tratar todos los días de ser mejores porque como Boo la amiga de Flea dijo: “Las personas cometen errores” podríamos decir el gran error que cometió, pero al final el elemento sorpresa de la serie se vería arruinado.


¿Cuántas series y películas que vemos tienen la frase/mujer feminista? La que todas aspiramos a ser, pero que este viaje de deconstrucción nos dificulta la meta. Esta serie no es así y entiende esto y no nos juzga, nos da esperanza y nos dice que no importa cuántas veces nos equivoquemos siempre y cuando estemos dispuestas a seguir deconstruyéndonos y desaprendiendo estas conductas. En esta serie aprendemos junto con el personaje de Flea, nos vemos reflejadas en su desesperación, la entendemos y la abrazamos. Aquí no nos muestra a la meta, sino que nos enseña el camino y nos dice “esto no es fácil, pero debemos estar dispuestas a continuar.”


Desde el primer episodio Flea le dice a su hermana Claire “somos malas feministas” y esto nos recuerda al gran libro de Roxane Gay Confesiones de una mala feminista, donde nos dice que no hay nada como un Feminismo (con mayúscula), nadie es más feminista que nadie porque como nos dice la autora “solo soy una mujer tratando de encontrarle sentido al mundo en el que vivimos” (XIV). Todas desaprendemos nuestros comportamientos machistas a nuestro paso, y a veces la sociedad en la que vivimos nos somete a un juicio, donde estamos siendo observadas y nos dice que no podemos equivocarnos, pues se nos juzga con mayor severidad la serie nos recuerda que somos humanas, que nos vamos a seguir equivocado y que está bien, es parte del camino.


Otro punto que retoma es la sororidad y queda retratada de una forma muy realista, no todas te van a caer bien, pero vamos a estar ahí siempre que nos necesiten. Las relaciones entre mujeres no son banalizadas, mucho menos idealizadas ni romantizadas, por ejemplo: la relación con su hermana es algo compleja, pelean, se roban la ropa de la otra, se cuestionan y se juzgan; Claire es de un carácter totalmente opuesto al de Flea y aún así, a pesar de cualquier tipo de pelea las hermanas están para la otra, cometen errores, vemos como este ideal del amor romántico les llega a causar conflicto, pero a pesar de todo al final siempre están ahí, al pie del cañón.

Es su propia vulnerabilidad, su resiliencia, su irreverencia y su sensibilidad las que hacen a este personaje uno de los más queridos. Ella se burla de la vida y la comedia se convierte en el hilo conductor para la reflexión, en todo momento se nos invita a cuestionarnos ¿de qué se está burlando?


Fleabag nos ha dado uno de los mejores personajes femeninos en mucho tiempo, al final del capítulo seis, después de verla con el maquillaje corrido, con el alma en los pies y con la mirada profundamente perdida ya la queremos, la sentimos parte de nosotras porque todas hemos estado en el punto sin retorno, todas nos hemos sentido así de pérdidas y siempre llegamos al punto de creer que no hay salida, que hemos cometido “el error” y que no hay vuelta atrás, bueno gracias Flea por enseñarnos a dejar de juzgarnos con tanta rigurosidad cuando la sociedad ya lo hace por nosotras, gracias por enseñarnos que en la vulnerabilidad también está la resiliencia y sobre todo por decirnos que sin importar qué, detrás de cada error hay un ser humano. Si se preguntan ¿qué es tan atrayente de los personajes imperfectos? tal vez sería que es esperanzador y un desahogo ver a un personaje femenino capaz de reflejar nuestras propias fallas sin juzgarnos, nuestro feminismo es imperfecto porque nosotras lo somos, porque antes que todo seguimos siendo seres humanos, y no hay nada de malo en eso.



Por.- Julie Rosales

Estudiante de Literatura y Lingüística Hispánica en la BUAP. Actualmente se encuentra realizando la tesis con el tema El guion cinematográfico como herramienta para la construcción de personajes femeninos en el cine de mujeres en México. Feminista y cinéfila cree que es posible lograr crear conciencia y promover la reflexión de problemáticas sociales e individuales a partir de estas dos ramas.


BIBLIOGRAFÍA:

Gay, Roxane. Bad Feminist. New York: Harper Perennial, 2014.



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